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martes, 11 de enero de 2011


Cuentan que el hombre que paría sueños mendigaba frente a la terminal: manos, palabras, miradas, voces, para alimentar a sus pobres sueños. Según las autoridades, el hombre argumentó que sus sueños no llamaban la atención de nadie, por eso tuvo que matarlos uno por uno.
Dicen que en puntas de pie, tomado de los barrotes de la celda, el hombre que paría sueños mira al cielo; pero, dicen, no sabe por qué es tan celeste.

1 comentario:

  1. Yo creo que sí sabe por qué son tan celestes. Están los sueños que fue dejando de lado. Por eso mira hacia arriba, aunque se tope con el techo de la cárcel. Porque ve a través de él y se encuentra con su cielo.

    Ah, otra cosa, la cárcel mata los sueños de todos.

    Abrazo

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