Canción de Alicia en el país
Autor: Charly García
Álbum: Bicicleta
Año: 1980
Apodados "los Beatles criollos", Serú Giran tiene como mayor virtud haber dado el paso fundamental para que el rock pasara a ser masivo. Si bien no es la primera "súper-banda", es la primera que logra llegar tanto a las clases bajas como a la media-alta, "a los rockeros y a los chetos", para utilizar el léxico de la época. Con records de ventas y espectadores en sus shows, este grupo consiguió también fusionar varios estilos musicales, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esta transición entre décadas.
La popularidad de este grupo también se ve reflejada en las encuestas de la revista Pelo. Serú Girán ganó las categorías de Mejor Guitarrista, Mejor Tecladista, Mejor Bajista, Mejor Baterista, Mejor Compositor (García) y Mejor Grupo en Vivo en los años 1978, '79, '80 y '81. A esto se le agrega Grupo Revelación 1978; Mejor Cantante (Lebón) '80 y '81; Mejor Tema '78 ("Seminare") y '81 ("Peperina") y Mejor Álbum 1978 ("Serú Girán"). Este fenómeno se mantiene inigualado hasta nuestros días.
En este tema, García propone una descripción del estado político actual de la Argentina de los 80’, tomando como base comparativa, el cuento de Lewis Carroll, “Alicia en el País de las Maravillas”. Guiados por los entes comparativos, las metáforas y los símbolos no nos cabe ninguna duda que este tema hay que leerlo en clave política.
Quién sabe Alicia este país
no estuvo hecho porque sí…
Aún en régimen militar, estos versos hablan de que el país lo hacemos entre todos; es decir, cada pueblo tiene el gobierno que se merece… Y si no, habría que preguntarle a Isabel Martínez de Perón y a la alegre multitud que colmó la Plaza de Mayo cuando se anunció el golpe de estado. Charly propone estos versos, un país hecho a propósito, un país planificado y organizado, un país con un fin determinado… Es decir, El Plan de Reorganización Nacional que la junta militar puso en práctica desde sus inicios en 1976 y cuatro años después, estaba en su pleno apogeo. A esto hay que agregarle que los presidentes de facto en cada dictadura, eran impuestos desde los países del norte, a fin de, por un lado aumentar la deuda económica y pasar a ser colonias desde el punto de vista monetario y por el otro, tener presidentes títeres que aprueben cuánto experimento quieran probar nuestros grandes patrones, llámese desde el punto de vista económico, o social o educativo, hasta farmacéutico. No. Este país no estuvo hecho porque sí, estuvo planeado y organizado y administrado quién sabe desde cuándo, por los grandes países del norte.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?
Estamos en 1980, época de la importación desmedida de bienes, cierre de fábricas nacionales y millones de desempleados recorren las calles; muchos la pelearon acá, pero aquellos más comprometidos, política, social o ideológicamente, no les quedaba otra que irse, porque podían desaparecer en cualquier momento. Alicia piensa en irse, huir, pero ¿adónde? si todos los países latinoamericanos estaban gobernados también por regímenes militares: Europa era la meta, más específicamente España (por el tema del idioma y las costumbres tan parecidas a las nuestras); no obstante Alicia duda, lo piensa unos instantes y decide quedarse ¿dónde más podré ir si todo está patas para arriba?
Y es que aquí sabes
el trabalenguas, trabalenguas;
el asesino te asesina
y es mucho para ti.
¿Dónde más voy a ir? Por lo menos acá conozco el idioma que se habla en las calles, los códigos, los símbolos; acá sé cómo moverme para pasar desapercibida; acá sé dónde esconderme, acá me pueden dar una mano. En cambio, en otro lugar, además de no pasar desapercibida, debería aprender nuevos códigos, nuevos símbolos y nuevas costumbres que te ayuden a moverte con cierta libertad. Acá sabés quienes son los asesinos, en otro lugar, ¿quién sabe?
Se acabó ese juego
que te hacía feliz.
Charly se refiere a aquellas cosas que hacían feliz a Alicia: alfabetizar en los barrios, armar ollas populares, salir a pegar carteles, los mitines políticos, la organización de marchas, etc. Alicia, todo eso se acabó; el aparato de represión está tan aceitado que si movés un solo músculo en otra dirección, sos mujer “desaparecida”.
No cuentes lo que viste en los jardines,
el sueño acabó.
Ya no Morsas ni Tortugas.
No hables, no hagas, no pienses, Alicia, esto no es un juego. Porque precisamente los “jardines” tienen dos connotaciones igualmente peligrosas: por un lado, “jardines” podrían referirse a los centros clandestinos de detención, y por otro lado “jardines” podría significar la buena vida que llevaban los grandes patrones de la patria; lo cierto es que si Alicia abre la boca para contar lo que vio, no sólo nadie le va a creer, sino que, además, va a ser una desaparecida más. Nadie sabe en qué va terminar esto, pues desaparecieron los extremos, “Ya no hay Morsas: Onganía, extrema derecha; ni Tortugas: Illia, una de las mejores democracia que hemos tenido. Es decir, hay una derecha, encabezada por un general borracho y con poco poder (Galtieri) y grupos de guerrilla cada vez más débiles y asustadizos. Todo está patas para arriba. Por las dudas, no hables, no hagas, no pienses… Querida Alicia…
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie,
juegan cricket bajo la luna.
Haciendo referencia a uno de los momentos del cuento de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, en donde la Reina de Corazones jugaba al cricket con flamencos por palos en contra de alguien que ella elegía, y si perdía era decapitado, García aprovecha para armar un metáfora y denunciar la cantidad de desaparecidos, todos “aplastados por el mismo pie”, es decir, la junta militar, que es, a su vez, La Reina de Corazones. Reina que elegía a dedo a quien matar o a quien no.
Estamos en la tierra de nadie,
pero es mía.
En esa época, y de manera literal, García dice “estamos en la tierra de nadie”, porque era realmente cierto, el caos era tan grande que nadie sabía qué era lo correspondía hacer para no ser delatado, o cómo debía actuar, o, simplemente, en quién confiar. Todo el mundo había perdido no sólo su identidad, sino, también, su lugar en el mundo. Era una época rara, uno llegaba a su casa, después de hacer pasado por cientos de controles policiales y haber lograba salvar innumerables peripecias, y le parecía extraña; parecía que estaba como en un sueño, hasta ver con vida y confiables a sus padres y hermanos, resultaba extraño; era una época muy surrealista. Si uno iba viajando en colectivo, era clavado que subían los milicos a pedir documentos, o si viajabas en tren o en subte, pasaba lo mismo; si ibas a tomar un café con un libro, si estabas leyendo en una plaza, si estabas escribiendo en algún lugar público, la policía tenía la amabilidad de no pedirte documentos, sino, te llevaba a dar una vuelta en el patrullero y te pegaban un poco para que se te quiten las ganas de leer y escribir. Conozco el caso de un amigo que fue “chupado” de esta manera y le quebraron el dedo índice de la mano derecha para que no pueda seguir escribiendo ni leyendo; luego lo dejaron por ahí y se fueron saludando. Era una época en la cual era muy difícil conocer o sospechar siquiera, su lugar en el mundo. Por eso Charly nos exhorta con la frase “pero es mía”, es decir, nos invita a gritar y salvaguardar nuestro lugar en el mundo, porque eso sería equivalente a no perder la dignidad.
Los inocentes son los culpables dice Su Señoría,
El Rey de Espadas.
“Su Señoría: El Rey de Espadas”, es, por supuesto, la junta militar o el verdugo, en última instancia, quien dictaminaba quiénes eran los inocentes y quiénes eran los culpables. No obstante, seleccionaban muy mal porque miles de inocentes murieron sólo porque no tenían idea de nada o porque no sabían a quien delatar. Admito que yo no era ningún inocente, pues tenía en haber los datos de mucha gente que andaba con el tema de la guerrilla o la falopa o simplemente pegando carteles o haciendo graffittis en contra de los milicos y, aunque nunca había participado en ninguna de aquellas actividades, todos los fines de semana que salía con mis amigos, terminábamos en alguna comisaría sólo por ser menores; mis viejos me podían retirar de la comisaría sólo veinticuatro horas después. En síntesis, “El rey de Espadas”, nos jodía bastante en aquella época.
No cuentes que hay detrás de aquel espejo
no tendrás poder, ni abogados, ni testigos.
El espejo, todos sabemos, tiene dos caras: una brillante en donde podemos ver nuestra imagen, y la otra oscura. La Argentina de esa época era literalmente, un espejo: la cara brillante le mostraba al mundo los avances del país y la feliz respuesta del pueblo con algún que otro slogan publicitario… Recuerdo uno que decía: “Los argentinos somos derechos y humanos”, esta frase recorrió el mundo entero. Pero, mi querida Alicia, si se te diera por intentar conocer lo que hay del otro lado del espejo, lo que subsiste en la parte oscura del espejo, ya no hay vuelta atrás, no tendrás poder, ni abogados, ni testigos, todos te dejarán sola porque nadie querrá estar pegada a vos por temor a que si abras la boca.
Enciende los candiles que los brujos piensan en volver
a nublarnos el camino
“Brujo” se le decía en ese momento, a José López Rega, ministro de Perón, creador y manipulador de la triple AAA, grupo comando que hacía desparecer a cuánta persona no le caía en gracia. Este grupo de civiles armados comenzó su accionar mucho tiempo antes que la dictadura se hiciera cargo del poder; es más la triple AAA ya estaba en funcionamiento mucho antes que el general Perón retornara al país para hacerse cargo del gobierno. La triple AAA fue uno de los grupos que se tiroteó en Ezeiza y mató varios civiles cuando el avión del general estaba por aterrizar… En síntesis, la triple AAA y la Juventud Peronista no se llevaban muy bien que digamos; los primeros esperaban que Perón pusiera mano dura a su regreso; los últimos esperaban la patria socialista tantas veces mencionada por Perón. Charly propone que estemos atentos porque López Rega piensa en volver a darle una “manito” a la gente de la junta militar y poner aún más niebla en el camino.
Estamos en la tierra de todos,
en la vida.
García está harto y grita: “Estamos en la tierra de todos, en la vida”, es decir, todos tenemos derecho a la vida, y a la vida en paz… Pero… (siempre hay un pero…), como hemos visto a lo largo del análisis, la vida no era muy saludable que digamos en aquellos tiempos, y decir “la tierra de todos” es casi lo mismo que decir “la tierra de nadie”, concretamente, estamos igual que antes, desubicados, desorientados, sin líderes concretos (no podemos llamar líder a un Perón con casi ochenta años y manejado por José López Rega), y peor que antes, porque la triple AAA y propuso la fórmula Perón-Isabel Martínez de Perón para presidente y vice respectivamente, sabiendo que al viejo (Perón) le quedaba poca vida y que iba a asumir Isabel Martínez la presidencia del país, alguien todavía más manejable. Esto lo podemos comparar con los primeros versos de Charly: “Quién sabe, Alicia, este país no estuvo hecho porque sí…). Podemos ver que el país ya lo tenían planificado José López Rega, Isabel Martínez de Perón y los militares (la triple AAA y los milicos iban de la mano a todos lados). Y efectivamente eso fue lo que pasó, el plan funcionó bárbaro, che…
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas, querida Alicia…
Charly, mucho antes que yo y que tantos, vislumbraba un futuro caótico, pues intuía el plan que acabo de explicar. Por tanto, ¿se puede vivir con una visión tan nefasta sin hacer algo para que la gente se avive? Y si… desde mi lugar de músico puedo advertir a la gente con temas que delaten la catástrofe que se nos avecina… No obstante, la gente no respondió como Charly hubiese deseado. Por tanto Charly reconoce que tanto el pasado como el futuro son ruinas, sobre ruinas, sobre ruinas…