Dónde naciste y dónde te criaste:
Yo nací en el norte de la provincia, en un lugar que ya ni siquiera existe, un lugar que se llamó Tilue a unos 5 o 6 kilómetros al norte de Chos Malal, un paraje que hoy ya ni cartel tiene. De niño nos vinimos para el valle, creo que a Cinco Saltos y de allí a Centenario. Vinimos por cuestiones de trabajo, mi viejo trabajaba de criancero y acá había más trabajo con el tema de las chacras, por tanto se hizo chacarero, desmontando para plantar, desmalezando para que la vida crezca de otra manera más útil para el hombre. Yo le ayudaba haciendo los ladrillos de adobe para las casas.
Lo que más mamé de todo eso fue el contacto con la naturaleza; de ahí mi carácter introspectivo, estar atento de lo que pasa a mi alrededor, tengo una especial afinidad y observación del elemento natural, ese vivir entre las filas y las bardas, ese escuchar el murmullo y a veces el aullido del viento; y nosotros peleando con la pobreza casi limitando con la miseria.
Cómo surgió en vos este tema de la poesía:
El primer empujón que recibí para comenzar de una manera primitiva con el tema de la poesía, se lo debo a mi madre que tenía cierta sensibilidad y, por supuesto, me fue transmitida. En los primeros años de colegio me aprendía de memoria los versos de las fechas patrias, de los próceres y todo eso... A mi madre le gustaba lucirse conmigo y me llevaba a ver a sus amigas para que yo le recitara esos versos. En los años posteriores, se me hacía fácil la escritura que proponía la maestra como por ejemplo: "Composición tema: La Vaca" ¿no...?
El segundo gran empujón fue en los primeros años del colegio secundario, donde he tenido la suerte de que me toquen profesoras de lengua y literatura que me alentaban y estimulaban a seguir escribiendo; me ayudaron a conocer autores que yo no conocía, Bécquer, Machado, Neruda, Lorca, etc., y en contacto con estos autores que a mí me deslumbraban, empecé a hacer mis primeros ejercicios o travesuras literarias, que al principio fueron poesías de amores no correspondidos… Y bueno... de alguna manera ese sentimiento, esa vocación fueron evolucionando y hacia finales de la escuela secundaria ya tenía en claro que quería estudiar letras. Y así fue... Me fui a La Plata a estudiar letras y me recibí de profesor en letras; a mí me hizo muy bien estudiar letras en el sentido de la producción literaria, porque me ayudó a poner un poco en orden el caos que tenía en la cabeza.
Qué te gustaría ser cuando seas grande:
Yo creo que ya mi estructura mental o psíquica está conformada y no creo que quiera ser otra cosa. No obstante, me hubiera gustado ser un buen músico, porque la música es una disciplina que está liberada de lo sígnico, de lo conceptual, del significado y eso me parece que da una libertad total.
Nombrame dos personas (o grupo de personas) a las que les darías un chirlo en la cola:
No sé si chirlo, porque no está en mí castigar de esa manera, pero a mi me parece que socialmente habría que darse muchos chirlos para terminar con esas palizas que se dan en torno al lenguaje, porque a través del lenguaje se pueden dar palizas, a veces tan feroces que dejan a la gente paralizadas. Todo este discurso fascista que la sociedad no termina de sacudirse... me parece que por ahí hay que llamar la atención... ¿no es cierto...? Y desconstruir todo este discurso tan férreo, que termina siendo un discurso fascista; porque el maltrato verbal que se hace con los otros está vigente... En esto me parece que habría que ir hacia otros espacios hacia otros lugares en donde haya más consideración con los otros y con el otro.
Duele ser poeta o es sólo la versión romántica de algún hipocondríaco:
A mí me parece que el ser poeta por libre elección o vocación, es adquirir un compromiso con el lenguaje, con la lengua, con el habla, y en ese sentido hay que tomar el compromiso, no como un sacrificio, sino todo lo contrario, como una posibilidad fantástica de poder, de alguna manera, aunque sea mínima, influir positivamente para darle más libertad a la lengua, al lenguaje, porque toda expresión pasa por la lengua, por el lenguaje. En ese sentido, me parece que el poeta, a pesar de que no tiene para nada un protagonismo social porque el mismo sistema hace que el poeta sea rechazado, marginado, a pesar de todo eso, hay que seguir en la lucha y en la pelea diaria para revertir esto... ¿no...?
La poesía es más importante que el poeta, porque la poesía no sólo está en el papel escrito, sino que está en todos lados, está dispersa en muchísimos otros registros; la poesía tendría que salir más a flote para que la gente empezara a tener más contacto con este tipo de género.
Mucha gente sabe que sos artista, pero de qué trabajás:
Esa palabra artista… a mí me queda un poco grande... En realidad, me consideraría escritor en la medida que la gente me reconozca como tal... En sentido, sí es mi oficio, oficio que, gracias a Dios, no llega a degenerarse en lo profesional, el artista nunca es un profesional, porque cuando se transforma en profesional, le cortan las alas.
Cómo sentís que debe ser la poesía:
Adjetivar la poesía es caer en una suerte de clissé, porque en última instancia yo creo que hay buena o mala poesía, más allá de la función social que pueda cumplir. Yo considero que se hace buena poesía cuando se trabaja desde el interior de la lengua, del lenguaje para hacerle decir algo que el lenguaje ordinario no dice, inclusive uno se puede servir del lenguaje ordinario, pero siempre tiene que decir otra cosa, tiene que decir más de lo dice normalmente; y ahí está la función de la poesía, porque la poesía tiene que llegar a un máximo grado de simbolización o metaforización de la realidad, para enriquecer las posibilidades lingüísticas que propone la realidad extralingüística.
Comentame sobre las obras completas y publicadas:
Obras publicadas pocas, obras inéditas muchas; el único libro publicado que tengo es Animal Lingüístico y tengo otros cuatro o cinco libros inéditos y de paso estoy escribiendo, reflexionando sobre el hecho estético, sobre la poesía y sobre el tema de la canción, que es otro tema que abordo; vos sabés que yo escribo para la canción, he escrito muchas letras para canciones que andan circulando por ahí. La canción es un terreno riquísimo que lamentablemente los poetas no incursionan porque hay cierto prejuicio sobre la canción, hay muchos poetas que no incursionan en la canción porque consideran que se bajan de su pedestal de poetas. Yo creo que hay que ponerse a dominar el campo de la canción, porque es una de las pocas posibilidades que tiene la poesía para llegar al gran público. Para mí todo esto fue siempre material de reflexión que justamente voy a proponerlo en un curso sobre este tema llamado La canción circulante, donde voy a tratar de problematizar este campo, porque una de las cosas que tiene el discurso cantable es que muy pocas veces fue acompañado o mal acompañado por la mediación crítica, por la crítica inmanente sobre este campo; entonces la canción es un bien o un servicio público pero que no ha tenido un control de calidad como exigen otros servicios o bienes públicos, entonces se ha visto arrojada al "me gusta" o "no me gusta" del oyente o al talento o poco talento de los compositores. Entonces yo voy a partir de los fundamentos del canto como dimensión humana para llegar a la actualidad en donde se ha producido una suerte de enajenación de la canción o en grandes vertientes de la canción popularizada o masificada. Esta es un poco la tesis de este curso que voy a dar entre la segunda quincena de setiembre y la primera quincena de octubre, en la Escuela Superior de Música.
Decime... Hay tanto pibe espadeando con birome en mano, qué le aconsejarías:
Qué le sugeriría, porque esto de dar consejos es medio irritante... Más que sugerirle, lo animaría, lo animaría a que siga escribiendo, le tiraría onda para que siga escribiendo y para que lea, lea y lea, ahí está el ABC para llegar a ser escritor con el tiempo, porque si no lee que se dedique a otra cosa...
Cómo creés que va a estar el clima mañana:
Como dice Serrat, "hoy puede ser un gran día y mañana también"; siempre creo que mañana es mejor; en ese sentido, yo creo que se acerca un tiempo más primaveral, aunque muchos otros no lo vean, y en ese sentido la poesía debe prepararse para festejar o celebrar el tiempo que se avecina. Le tengo fe al futuro, a pesar de todo le tengo fe, porque esa es la raíz profunda de la cultura popular y de la poesía popular, porque aunque siempre se cante al pasado, al paraíso perdido, siempre en lo popular está lo esperanzado como una manera de quedar a salvo de lo nefasto.
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