(La casa se reserva el derecho de admisión y permanencia. Esta página no se hace responsable de las opiniones vertidas por su autor)

jueves, 10 de febrero de 2011

Te lo cuento: "La campera"




Una carita sucia, a menos de un metro del suelo, se animó: -¿Tenés un caramelo…? –No tenía dulces; me quité la campera y se la ofrecí.
-No tengo frío; tengo hambre… -y se fue, creo que ofendida.
Jamás volví a usar esa campera.

2 comentarios:

  1. Un bofetazo cotidiano, que parece normal y no debe serlo. Muy bueno, me quedo pensando en el texto.

    Abrazo

    ResponderEliminar
  2. Triste pero espero que la campera no este guardada. Servira para otra persona, lo rechazado por alguien es aceptado por otro. A lo mejor a vos te pidio el caramelo y siguio su camino y se encontro con algo mejor. Ojala. Lo llamo esperanza.
    Besos.

    ResponderEliminar